El Oro laminado es un material muy común en la joyería, este consiste de una lámina de oro que se aplica a un metal de menor calidad como el latón. Por ley una joya de oro laminado debe de contener como mínimo un 5% de oro.
Para poder obtener el producto final se necesitan varios procesos de presión y calor para poder aplicar las láminas del oro sobre la base escogida. Debido a este proceso se obtiene una joya con la garantía que El Oro no se caiga ni se despinte y tenga una apariencia muy similar al oro puro. En este proceso se puede utilizar oro de 10k (siendo el de menor y más barata calidad) 14k o 18k (siendo el de mayor y más cara calidad).
La ventaja principal del oro laminado es que se pueden realizar múltiples diseños en la joyería, además de que es una prenda duradera, de alta calidad y tiene un precio más accesible que el oro puro.
Las piezas de oro laminado suelen ser de larga duración siempre y cuando se le dé el cuidado adecuado. Aunque este tipo de material se puede utilizar en piscinas, playas, para hacer deportes y uso diario se recomienda la limpieza de estas piezas de manera ocasional con agua y un jabón suave, dejar secar y frotarlas con un paño para que no pierdan el brillo.